Huéspedes de honor: Macedonio Fernández

Don Macedonio, interpretándonos una milonga
durante el cóctel ofrecido en su honor

El gran escritor Macedonio Fernández, acompañado de su distinguida esposa doña Elena de Obieta, es desde hace unos días el huésped de honor del GHI.
No podía ser de otra manera. Su legendaria carta a Armando Azar, publicada en el n. 1 de Insolación, recorrió el mundo y hasta fue objeto de curiosas adaptaciones, la más vulgarizada esa en que aparecía como destinatario aquel pobre Jorge Borges, uno de sus más ínfimos seguidores. Ahora, el GHI lo acoge con todos los honores y le deja sus puertas permanentemente abiertas.
“Este es el mejor de los hoteles en que no he me he quedado”, declaró a su llegada.
Don Macedonio impartió graciosamente en nuestra lujosa sala literaria una brillante conferencia en que expuso sus últimas y magníficas teorías, atacando como siempre al estado, el progreso y la pedantería y defendiendo la libertad y la actitud mística. Entre el nutrido público marcaron presencia todos los personajes de sus novelas malas y buenas. La presentación la hizo –cómo no– Armando Azar, quien interrumpió unas horas sus viajes estivales y llegó de total incógnito dado los líos en que actualmente se encuentra metido: solo se supo de él cuando emergió del público, esfumándose como por ensalmo al final de su breve intervención. En ella evocó los viejos tiempos de Insolación, encomiando el generoso apoyo recibido por el ilustre presentado, pero como siempre acabó volcando sus palabras hacia el futuro. Al final de la charla de don Macedonio, que no sabemos si fue más amena que brillante o más brillante que amena, nuestro Gerente ofreció un cóctel de su elaboración y jugó con su escritor favorito una reñida partida de damas, seguida con mucha expectación.
Recién venido el pasado jueves, don Macedonio prolongará su estancia hasta el martes, que es cuando retorna a Buenos Aires. Lamentoso se mostró de no poder coincidir con su amigo Ramón, que es esperado aquí en los próximos días.

Comentarios

  1. Asistí a esa conferencia: ¡admirable! El Maestro sigue en plena forma.

    ResponderEliminar
  2. Yo también asistí, pero debo decir que la gerencia de GHI presentó en una hojilla repartida a todos como “inédito” un texto que ya se publicó en los inmortales Papeles de Recienvenido. A eso lo llamo yo impostura.

    ResponderEliminar
  3. ¿Pero qué dice usted? Si el propio Macedonio dice que este escrito es inédito, ¿cómo vamos a poner en duda sus palabras? No moleste, hombre.

    ResponderEliminar
  4. No cabe duda que son ciertas las palabras de Macedonio, quien dice que practica la longevidad desde la niñez. Incluso lo encontré más nuevo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario