Semana de Cine GHI

Proyecto escenográfico diseñado en los estudios de MGM a petición de GHI

Espacios de intervención

Sala de Proyecciones, situada en los sótanos de GHI. Con capacidad para 5.000 invitados, es parte de un antiguo anfiteatro sobre el que se edificó GHI.

Palacete del Té, situado al oeste de GHI. Edificio modernista declarado patrimonio arquitectónico por la UNESCO.

Jardines Versallescos, situados entre GHI y el Palacete del Té. Espacio cuadrangular de 10.000 m² de setos, dispuestos a modo de intrincado laberinto, en torno a una fuente de potentes surtidores instalada en el centro de un estanque de aguas cristalinas de 6.400 m³.

Cuadras. Constituyen la entrada principal de la Sala de Proyecciones. Edificio de factura industrial construido con sobras de puentes de Eiffel. Son cuatro galpones asimétricos formando una especie de cruz con capacidad para ochenta burros.

Robledal de GHI.

Planes de actuación

La Sala de Proyecciones apenas necesita de nuestra intervención. El escenario central rodeado por el graderío en forma de doble herradura completamente forrado de oropel es un lugar perfecto para la proyección de las películas, así como para la entrega de los premios. Únicamente habría que actualizar las bancadas dotándolas de monitor de vídeo de 50 pulgadas además de minibar para 25 botellas. Se ha traído ex profeso para el festival una antigua pantalla de cine, pero en perfecto estado de conservación, que fue confeccionada con la piel sobrante de Moby Dick.

El Palacete del Té es un edificio de proporciones perfectas; ha sido rehabilitado recientemente con un gusto exquisito. Contrataremos una gigantesca grúa portadora de una bola de acero de demolición y lo convertiremos en una espeluznante escenografía de bombardeo.

Por los Jardines Versallescos conseguiremos que discurra el río tanzano Ulanga abriendo con una pala mecánica un canal en diagonal que se inundará con el agua del estanque central. Los setos, bien segados y ensamblados, darán la apariencia de una maleza impenetrable en ambas orillas. La intervención definitiva en este apacible espacio consistirá en el lanzamiento de una bomba de 20 kilogramos de TNT con la que mataremos dos pájaros de un tiro: remediaremos el obstáculo que podría suponer la estructura tubular de la fuente y crearemos el lago necesario para la batalla final entre la Reina de África y la cañonera alemana Empress Louisa.

El Robledal de GHI, más que como un espacio de intervención, lo concebimos como una factoría de piezas de repuesto. Después de hacer el inventario de tres contenedores facturados desde Dar es-Salam y depositados delante de GHI por Grúas Chiripa, podemos concluir que, con los fragmentos ahí embalados, solo se podrá reconstruir un 65% de la Reina de África. (Aprovechamos aquí para señalar una extraña coincidencia: la evaporación de Armando Azar, una vez acabada su presentación de la conferencia que recientemente Macedonio Fernández dictó en GHI, con el tumulto causado por la descarga de esos contenedores.) Para poder completarla requeriremos la participación de un carpintero naval que sepa transformar los altos robles en maderos marineros.

Consideraciones finales

Las acciones del proyecto se desarrollarían a lo largo de los 9 días de duración del festival (desde el mismo viernes de la inauguración), para que el público invitado asista al montaje de un plató y, a modo de colofón, se sorprenda con el rodaje de una de las escenas del filme que este festival quiere homenajear.

Este proyecto no es concluyente. Está abierto a las modificaciones que el señor Gerente de GHI estime oportunas; principalmente, si aprecia que la película La Reina de África no fuera a resultar suficientemente ponderada y naufrague, por ello, el argumento central de esta primera Semana de Cine GHI.

En 10250 Constalation Blvd Fl 19, Los Angeles, CA, a 19 de agosto de 2018.

Fdo. Humprey Hepburn Jr., CDO de UA.

ANEXO I

Si bien no se ajusta a los estrictos métodos empresariales de MGM, tenemos por norma incluir, bajo cuerda, alternativas de tipo ecológico convenientes para nuestros clientes dadas las actuales tendencias conservacionistas. Siguiendo esta línea, contamos para este proyecto con el concurso de M. Canterel, cuya invención del vidrio-micans salvaría de la tala el bello bosque que protege, por todo el flanco norte y oeste, la finca donde se asienta GHI y la esconde de miradas y visitantes indeseados. M. Canterel ha creado este material mediante una aleación secreta cuyos ingredientes principales sí conocemos: vidrio molido, caucho y una síntesis química de la saliva del camaleón de Ituri que se encuentra en las selvas del Congo. Al parecer, el vidrio-micans tiene la particularidad de adquirir las propiedades del material del molde en el que se ha fraguado; esto es, si el molde es de acero, obtendremos una pieza equivalente al acero; si es de madera, pues a la madera; pero con una rigidez tal que no se encuentra en nada de lo que existe. Sus propiedades llegan al extremo de que si las paredes del molde las mantenemos cubiertas de agua, produciremos bloques de agua con los que podríamos construir, por ejemplo, una muralla diáfana e indestructible. Con el vidrio-micans se reconstruirían las secciones que faltan de la Reina de África; indistinguibles respecto de las que se podrían montar con tablas de roble, excepto en su casi nula degradación. Finalmente, debemos advertir que esta alternativa tiene un hándicap: los servicios de M. Canterel son muy elevados. No obstante, teniendo en cuenta que en GHI se consumen semanalmente millares de botellas de El Pinalito que podrían reciclarse para este fin, pensamos que la factura final sería asumible.