Informe
de la Interpol
La última aparición de AA en las
instalaciones de GHI ha constituido una burla a los cuerpos de vigilancia y
seguridad internacionales. Esa noticia ha caído como una bomba en la cúpula de
la ONU, la NATO y la CORDECO. Por ello, respondiendo al apremio de los
gobiernos, hemos dispuesto todos nuestros recursos para acabar con esta
situación deshonrosa.
La última pista conocida dejada por AA ha
sido el hilo del que hemos tirado, y así, se ha procedido al vaciado de la piscina
de GHI. No obstante, a pesar de sus relativamente pequeñas dimensiones, se han
tenido que aplicar cuatro bombas de achique que han estado funcionando
ininterrumpidamente durante una semana para extraer toda el agua.
Una vez vacía se ha visto el porqué: en
el fondo, en el ángulo orientado al Palacete del Té, ha quedado abierta una
galería profundísima cuyo diámetro es aproximadamente el de la estatura media.
Consternados por la lentitud y los contratiempos de la investigación, hemos
delegado la inspección del lugar en la brigada de espeleología, la cual ha tardado otra semana en
volver con noticias.
Informe
de los espeleólogos
De Armando Azar no encontramos pista
alguna. Después de cuatro días rastreando y dejando marcas en cada bifurcación
del laberinto de cuevas subterráneas para poder encontrar el camino de vuelta,
nuestro equipo llegó a un enorme espacio ovalado, iluminado por una luz
fosforescente que daba un aspecto fantasmagórico al techo de estalactitas. De
espaldas a las paredes de la caverna, había una hilera de maniquíes con el
aspecto de centinelas de la guardia suiza. Llevaban puesta una colección de
diferentes atuendos, todos con el aspecto de estar listos para ser usados. El
primero en el que nos fijamos, por ser aquel con el que tropezamos al entrar en
la sala, el de buzo, ya seco; esto es, el que llevaba AA cuando hizo su última
aparición en las instalaciones de GHI. De los demás, vimos que algunos eran
uniformes corrientes; otros, vestidos extraños, como uno rojo emplumado de un
kankuran africano. El más sorprendente, uno rosa, idéntico al que llevaba la
reina Isabel II en junio de este año en Ascot; aunque había otro que lo era
tanto o más, por ser el que llevaba el papa en su última alocución en la plaza
del Vaticano.
Detrás de cada maniquí había una
portezuela que daba a una galería habilitada, bien como inicio de una línea de
ferrocarril, bien como un pequeño muelle de embarque. En el centro de la sala
se encontraban dispuestos, al modo de un abarrotado mercadillo, infinidad de
objetos que nos resultaron conocidos por haber sido alguna vez noticia de un
robo o una desaparición, como el retrato de un adolescente orejudo vestido con
un chaleco rojo. Entre los más pequeños, había uno imitando un huevo de
gallina, cuyo interior guardaba una yema de oro; otro era un diamante de talla
cuadrada, calculamos que de unos 100 quilates. Entre los grandes, los había que
desentonaban, por lo enormes, como una caravana con el logo RR, grabado no solo
en el exterior, sino en todas las piezas (mantelería, cristalería, etc.) del
interior.
Haciendo la ronda comprobamos que no
todos los maniquíes estaban vestidos. Las preguntas que nos asaltaron fueron
varias: ¿cómo estarían vestidos?, ¿a dónde dará la portezuela escondida detrás
de cada uno de ellos?, ¿cuál es el maniquí cuyo vestido no se ha enviado aún a
la lavandería?
El inventario completo de la caverna de
las estalactitas aún llevará algunas semanas. De manera preliminar, puedo
avanzar que allí hay mercancía para más de una colección. Cuando culmine mi
trabajo ya diré para cuántas. Por lo pronto, sí me gustaría animar al señor
Gerente de GHI, mi amigo, a que traslade el solárium de la piscina a los
alrededores del estanque de los Jardines Versallescos, para evitar la murmuración
de los clientes.
Por otra parte, también le pediría que
aplazara la inauguración de la Dokumenta. Mi proyecto inicial de habilitar los
pasillos de las cuadras de GHI para las exposiciones ha quedado obsoleto. Esos
nuevos fondos que me han caído del cielo necesitarán un espacio mayor para su
exhibición. Mi recomendación de experto es que se ilumine con bombillitas
navideñas la recién descubierta red de cavernas para lucir
nuestros nuevos tesoros.
¿Pero esto qué es? ¿Una vuelta al salvaje Oeste? Entiendo que Armando Azar merece un escarmiento, pero de ahí a pedir su cabeza... Exigimos la creación de un comité de apoyo a su persona.
ResponderEliminarUstedes no conocen a Armando Azar. Es una verdadera anguila. Además, quien se ha codeado con Juan Llampallas tiene más recursos que un gallo inglés.
ResponderEliminarNo se trata de eso, sino de la ignominia que supone ver a un hombre libre como Armando Azar sometido ahora a las duras condiciones de la clandestinidad.
ResponderEliminarSobre todo Armando Azar está protegido por infinidad de mujeres. La Interpol va a cubrirse de ridículo.
ResponderEliminarPues yo creo que lo que deberían es lincharlo. Ninguna sociedad puede permitirse que uno de sus ciudadanos se endiose de esta manera, incurriendo en fraudes como el del Vaticano, que ha engañado hasta a don Francisco Rico, y tomándole el pelo a todas las autoridades, incluida la Interpol.
ResponderEliminarNo digas tonterías. Armando Azar se ha burlado de la Academia, que es para lo que esta existe. En cuanto al escándalo de la Interpol, ya era hora de que alguien les diera con la puerta en las narices. Porque como dice uno más arriba, se van a cubrir de ridículo.
Eliminar¿Y nadie se ocupa de las actividades más que dudosas del señor Hackenbush?
ResponderEliminarहामीले अहिले देशको राजधानीमा श्रीमान्डोलाई हेर्यौं, एक क्याफेमा पासा बजाउँदै।
ResponderEliminarTraducimos este comentario, escrito en nepalés: "Acabamos de ver a don Armando en la capital de nuestro país, jugando a los dados en un café".
EliminarComo el lector comprenderá, a estas horas de la noche Armando Azar ha sido ya detectado en más de doscientos lugares a lo largo y ancho del planeta.
¿Qué les dije? Armando Azar pone en jaque a la Interpol. Otro capítulo más en la historia de Insolación.
EliminarPara o Armando, isto é tudo um brinquedo de crianças. Espero que apareça cá pelo Brasil.
ResponderEliminarYo insisto, ya que a nadie parece importarle un pimiento algo tan importante: ¿nadie se ocupa de las actividades más que dudosas del señor Hackenbush?
ResponderEliminarYa que tanto insiste, volvemos a recordarle a los quisquillosos como usted que nuestro veterinario es amigo personal del señor Gerente y goza en consecuencia de toda la confianza de GHI.
EliminarAcabamos de crear un Comité de Apoyo Internacional a Armando Azar (CAIAA), con sede en Berna. Los interesados pueden inscribirse en nuestra página web, en funcionamiento desde hace una hora y cuarto.
ResponderEliminarNo hay manera de acceder a la página del CAIAA, ¡está colapsada!
EliminarLa dirección de GHI debe saber que la caravana aparecida en el interior de esa nueva cueva de Alí-Abá, por como está descrita, es la misma que yo adquirí en Dar es-Salam, y cuyo extravío había atribuido a un incompetente servicio de paquetería. También, el señor veterinario debe saber que conservo el contrato de compra, por lo que le aconsejo que no la incluya en su inventario.
ResponderEliminarSi dice por ahí uno que Armando Azar está "endiosado", no sé qué dirá de José Duna.
EliminarNada más normal, después del espaldarazo que le dio Ramón en las entrevistas de GHI...
EliminarQue el pobre José Duna se olvide de su caravana. Ese Hackenbush es un lince, o no fuera íntimo de Bertholoff. Apuesto a que la RR se va a convertir pronto en una BB.
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