Irma Vep, en GHI


Los huéspedes de GHI que tuvieron la fortuna de dormir aquí el pasado fin de semana, podrán presumir de haber tenido una experiencia inolvidable.

Avisados de que se quedaba en una de nuestras suites la famosa ladrona Irma Vep, todos procedieron a asegurar sus bienes más preciados. Al despertar, no había nada de ello que no se hubiera volatilizado, empezando, paradójicamente, por las pertenencias depositadas en la caja fuerte del Hotel, una de las más impenetrables del mundo (tiene forma de laberinto). Nuestro servicio de seguridad, que había sido centuplicado, se mostró totalmente inoperante.

“Esto no es una ladrona, es una maga que ni Mandrake”. En efecto, los objetos de todo tipo se habían esfumado. Tras un recorrido por los lugares del inmenso hotel, vinieron a aparecer en las cuadras, donde el Dr. Hackenbush garantiza haber permanecido la noche entera.

Pero ¿y los caballos? Es sabido que el Dr. Hackenbush es el terror de las viudas ricas; pues bien: los siete pura sangre que honran nuestra cuadra comenzaron a relinchar de hambre hacia media mañana en el cuarto de la Viuda Millones, que aún dormía, despojada de todas sus joyas.

Irma Vep, que aseguró no haberse valido de su banda de los Vampiros, porfiando por su honor que había trabajado sola, recibió una muestra general de admiración, exceptuada la Viuda Millones, que no aguanta el olor de los caballos, ni le vio gracia ninguna a la “broma”. Dr. Hackenbush acudió enseguida a socorrerla.

Por último, Irma Vep, provista de una simple batuta, dio una lección de coraje, al arrojarse al Estanque de las Pirañas y salir de él ilesa al cabo de un interminable minuto, ante la admiración de todos los presentes. Nuestro Gerente exclamó: “¡Ninguno de mis enemigos ha conseguido durar ahí ni cinco segundos!”

Irma Vep se exhibió en todo momento de la velada ataviada con su impecable maillot negro, posando a gusto con la mayoría de nuestros huéspedes y departiendo con ellos con exquisita cordialidad.


Estas son las dos únicas imágenes de Irma Vep
capturadas, accidentalmente, durante la noche de autos

Comentarios

  1. Fue otro éxito de la Gerencia Insolada. Irma Vep es aún más preciosa que lo que dejan ver sus películas.

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  2. Yo la vi sobre la una de la madrugada, y posee una agilidad felina.

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  3. ¿Quizás usó un somnífero a través del aire acondicionado? Yo me desperté un poco zumbado.

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  4. Mi gustar mucho Insolation Big Hotel y volver esta fin de semana from Rocky Ford, Colorado. Mi wife traer colection bikinis vison y todas aparecer ponidas en yeguas quadra Mr. Hackenbush. Ser mucha divertida todo, y hombre gordo del big cigar siempre mucho simpatico anphitrion. Insolation Big Hotel best of the world!

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    1. Mi nombre ser Donald Crocket, un friend de tu en Colorado. Mi home tu home cuando tu ir states.

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  5. El Seguro murió de viejo y Doña Prudencia fue al entierro. Por si acaso, les aconsejo que comprueben la autenticidad de sus joyas. No desconfío tanto de Irma Vep (¡vaya bombonazo!) como del señor Veterinario. ¿Qué puede haber pasado durante el lapsus de tiempo que hubo entre el depósito de las joyas en las cuadras y su descubrimiento?

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  6. Acabo de seguir sus consejos, pero mis joyas eran auténticas. ¡Tampoco hay que ser condenado por desconfiado!

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  7. ¿Será posible lo que acabo de leer y que nadie manifieste su indignación ante tamaña enormidad? ¡Bertholoff La Menthe liquidando de una manera tan abominable a sus “enemigos” y encima presumiendo de ello públicamente! ¿Qué seguridad tenemos en ese Hotel?

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    1. Yo iba a decirlo, pero no quiero que se me reduzca a las críticas al big boss. La pura verdad es que algunas noches he advertido una actividad rara en ese estanque (gritos escalofriantes incluidos), aunque no había luz suficiente como para ver el color de sus aguas.

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    2. La seguridad en GHI es total y absoluta, en general. Debe considerarse la biografía de nuestro Gerente, dedicado a actividades complicadas en tierras inhóspitas y a veces casi salvajes, como los pantanos de Luisiana, la selva del Amazonas o los más espeluznantes antros caribeños. Es normal que a veces aparezcan por nuestro Hotel, tan famoso actualmente, algunos de esos enemigos, decididos a alguna “vendetta”, y natural que nuestro Gerente se proteja arrojándolos a las pirañas. Que lo haga público es solo una justificada táctica disuasoria de la que no podemos acusarlo.

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  8. A mí me sigue faltando mi ojo de cristal de Swarovski revestido con aurora boreal. Por favor, si alguien lo encuentra, que lo entregue en Recepción. Gracias.

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    1. Ya lo tiene usted en Recepción. Mula Francis se lo había comido junto con otros pequeños objetos.

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    2. ¡Pues no se habrá visto nunca una boñiga tan brillante como esta!
      Muy agradecida por el hallazgo.

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