Nuestra nueva Gerente ya ha dado numerosas
muestras de dinamismo y de imaginación.
Amante de la poesía, lo primero que hizo fue
celebrar una lectura de poemas por ilustres vates procedentes de diferentes
partes del orbe. Recitaron sus versos Arthur Rimbaud, Gérard de Nerval, Gustavo
Adolfo Bécquer, Samuel T. Coleridge, Edgar Allan Poe, Horacio y José Duna.
Arthur Rimbaud considero finiquitada la
época de las iluminaciones y leyó en consecuencia una serie de insolaciones tan
potentes que dejaron desnuda a casi toda la audiencia. “Esta es la verdadera
poesía desnuda” afirmó Lady Hackenbush, quien por fortuna asistía a la lectura
en un etéreo bikini.
Gérard de Nerval, un poco decadente, le
regaló su corbata de ahorcado. Entre sus nuevos sonetos herméticos hay uno
titulado, en español, “El Insolado”.
Gustavo Adolfo Bécquer improvisó un montón
de rimas a sus ojos.
Samuel T. Coleridge sorprendió a la
audiencia leyendo la parte final de Kubla Kahn, que por fin ha logrado concluir en una cabaña de las playas de GHI.
Impresionante estuvo Edgar Allan Poe, ya que
vino acompañado de su cuervo, que croaba al final de cada estrofa, y leyó sus
versos a la luz de unas velas, en plena oscuridad.
Horacio fue muy abucheado. Ya no se respetan
ni los laureles.
José Duna, representante de las últimas
tendencias de la poesía, recitó un impresionante poema inspirado en la belleza
de la anfitriona, verdadera orgía de rimas internas.
Se discute mucho el sentido de estas elecciones
de Lady Hackenbush, pero esto es algo inevitable
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Autógrafo del señor Poe exclusivo para GHI |
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Acabado el Congreso de Poesía, tuvo lugar el
de Hematología, más especializado. Fue muy aplaudida la ponencia de nuestro
ilustre huésped el prestigioso Conde Vlad Drácula, quien como se recordará ya
estuvo presente como invitado especial en la inauguración de GHI. Entre el
público se encontraba otro ilustre huésped, el profesor Abraham Van Helsing,
enemigo sempiterno del Conde. Gracias a nuestra Gerente, ambas personalidades
han superado por fin sus diferencias y hoy son grandes amigos, como muestran estas
imágenes.
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Antes... |
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... y ahora |
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Sorpresa general ha provocado el
nombramiento del Joven Argonauta como Director de los Servicios Informativos de
GHI y Celador-jefe de Piscinas y Ascensores.
Esta es una muestra de grandeza de espíritu
por parte de nuestra Gerente, ya que el Joven Argonauta (antiguamente Último
Argonauta) ha sido un personaje conflictivo en los destinos de Insolación. “Eso
–ha declarado la primera dama de GHI– es lo que lo hace tan atractivo. Aquí no
queremos personajes serviles”.
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Quinlan ya ha iniciado sus habituales interrogatorios |
Pero no cabe duda de que la bomba en el
nuevo GHI ha sido otro nombramiento: el de nada menos que Hank Quinlan como
Jefe Supremo de los Servicios de Seguridad de GHI. Es sabido que hace tiempo
viene siendo cuestionada la labor de los ESGHI, sobre todo tras el fracaso
estrepitoso en la captura de Armando Azar, que los cubrió de ridículo. Por otra
parte, tanto Clouseau como Marlowe parecen acabados, y no hacen sino circular
entre los bares de nuestro Hotel. Quinlan, con sus métodos quizás un poco
expeditivos, pero siempre eficaces, es la apuesta de Lady Hackenbush para los
desafíos que se avecinan.
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Las amenazas de Long John no parecen ser como para llevarlas a broma |
No es el menor de esos desafíos el que el
Capitán Silver haya afirmado desde su fortín de la Hispanolia, durante una
extensa entrevista a la prestigiosa revista “Knights of the Sea”, que en las
playas de GHI dejó hace muchos años un tesoro enterrado y que está dispuesto a
desenterrarlo “al precio que sea”. La primera reacción fue precisamente la de
Hank Quinlan: “Ya se puede ir olvidando, porque aquí lo espero a cañonazos”.
John Falstaff, por su parte, se ha construido un minarete para otear el
horizonte y alertar de la aparición de cualquier velero. Inquirido nuestro
antiguo Gerente, afirmó que se trata de una “fake new”, ya que su detector de
tesoros nunca le señaló nada. Lady Hackenbush, muy flemática, ha declarado: “Me
da igual, mientras no me haga un estropicio en la playa”.
*
En cambio, tal y como intuyó nuestro
Gerente, ha sido confirmado por parte de los más expertos arqueólogos del mundo
que en los acantilados de GHI hay huellas de dinosaurios. Es una noticia que
traerá cola. Siete hoteles han sido ya inaugurados en las afueras de nuestras
tierras, para albergar a la infinidad de curiosos que quieren patinar por esas
huellas.
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Huellas en nuestros acantilados |
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La alarma cundió en GHI cuando, a los pocos
días de tomar posesión Lady Hackenbush, por primera vez desde nuestra inauguración
se quedó un cuarto libre. Los catastrofistas comenzaron a clamar por el regreso
del antiguo Gerente, pero al final se trataba de un error informático.
En efecto, el cuarto 1026 estaba realmente
ocupado por la familia Nanuk, que estrenaba una de las grandes novedades de
GHI, de la que hablaremos en seguida.
A partir de ahora, Hugo Z. Hackenbush, ese
gran y abnegado trabajador, pasa a controlar la informática del Hotel, con
grandes paneles en las cuadras y cocheras, hasta la llegada dentro de algunos
meses de Giacomo Inaudi, que acaba de ser contratado por nuestra Gerente.
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Cuarto 1026 |
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Por primera vez en su historia, GHI ha
rechazado a un huésped. Se trata de un tal Matusalem, quien al hacérsele la
ficha no dio fecha de salida porque quería “quedarse a vivir aquí de por vida”.
Con esto sí que no transige Lady Hackenbush, por mucho que Matusalem haya
protestado con el argumento de que “don Bartolof me hubiera dejado quedarme”.
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Y por fin he aquí la documentación
fotográfica, realizada por nuestro huésped permanente Man Ray, de unas pocas de
las novedades que la nueva Gerencia ha tenido a bien incorporar.
Además del citado cuarto 1026, tenemos ahora
el 1212 convertido en un acuario:
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Cuarto 1212 |
Nuevo bar con sala de juego y tabaco, en
estilo clásico:
Una nueva piscina, también en estilo
antiguo, junto a la playa, con cobertura para los días de mal tiempo, por raros
que estos sean:
Un nuevo suculento menú, según algunos inventado
para que nuestro amado ex Gerente no tarde en hacernos una visita:
Por supuesto, el postre también es nuevo:
Y un magnífico rincón en el comedor
principal:
Esta bonita puerta en el segundo piso:
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Su último refugio |
Como última noticia –y estelar– señalemos
que Armando Azar, tras haberse refugiado en el bosque de bambús de Generargues,
en la casa de Mazel, ha regresado este fin de semana a GHI, ya que la nueva
Gerencia lo ha exonerado de toda responsabilidad en los eventos que desde hace
algunos meses lo tienen en el candelero.
Hasta que no comprendí la naturaleza del movimiento de las caderas de Lady Hackenbush no encontré el ritmo que necesitaban mis versos. Para los breves, la observo dando pasitos cortos y saltarines; para los más extensos, me fijo en la línea profunda de sus caderas.
ResponderEliminarCorre cierto rumor de que detrás de la falta de eficiencia de los ESGUI con respecto a la detención de Armando Azar (AA) se encontraba el propio AA. Esto es, que el director en la sombra de los ESGUI era el propio AA; que era él quien dirigía las pesquisas… Yo me lo creo.
ResponderEliminarPues ahora lo va a tener crudo con un hombre de la calaña de Quinlan...
EliminarCada vez se me parece más AA a aquel bandido de hace un siglo conocido por Fantomas.
EliminarAhora que tanto se vitupera a los defenestrados ESGHI, debo alzar una lanza en nuestra defensa. No puedo permanecer impasible ante el infundio de que éramos unos peleles de ese filibustero de Armando Azar. Nuestro trabajo nunca será valorado como se merece.
EliminarNo puedo estar más de acuerdo con el compañero ESGUI. No obstante haber sido despedido como ESGHI de la seguridad personal de Lady Hackenbush, sigue preocupándome que no tenga a nadie quien la proteja; ni siquiera su consorte, del que bien sabemos que, en caso de tener que defenderla, se lavaría las manos. ¡Y ahora, el contrato de Hank Quinlan como Jefe Supremo de los Servicios de Seguridad de GHI (si bien beneficia a GHI) no ha hecho sino aumentar su inseguridad! Los rumores de que se ha visto a mi señora paseando acarameladamente con Quinlan, añaden una bala más al cargador de los que murmuran que no ha dejado de hacerlo con el caballero Falstaff, ni con Long John Silver; aparte de que nunca ha dejado de tener contacto con nuestro antiguo gerente Bertholoff. Que estos señores se maten entre sí no me preocupa, sino que mi señora pueda verse envuelta y salga perjudicada.
EliminarA este paso veremos al Imberbe Argonauta dirigir los destinos de GHI.
ResponderEliminarQué triste es esconderse en el anonimato para arrojar la piedra. Sepa usted que nunca he ambicionado cargo ni poder alguno. Tan solo he accedido al gentil ofrecimiento de una gran Dama a la que nada se le puede rechazar.
EliminarSr. Joven Argonauta, vigile los niveles de cloro de la nueva piscina. Ya son varios los clientes que se quejan del amarronamiento de sus dientes tras darse varios chapuzones.
EliminarEs imposible lo que usted cuenta. El agua de nuestras piscinas es marina y nunca ha llevado aditivos.
EliminarAhora entiendo la presencia de todos esos pulpos y medusas...
Eliminar¿Es cierto que los siete poetas compusieron un cadáver exquisito? ¿Piensa GHI publicarlo?
ResponderEliminarEs cierto. Después de la lectura se reunieron en la nueva sala de juegos, donde hicieron un cadáver exquisito verbal y otro plástico, que pronto publicarán las Ediciones Insoladas en edición facsímil.
EliminarA quien parece no haberle gustado GHI es al cuervo de Poe, ya que al despedirse del doctor Hackenbush le graznó varias veces: "Never more!"
ResponderEliminarEspero que no vuelva nunca más. Era muy exigente con la alimentación, y estuve a punto de disecarlo de lo insoportable que acabó siendo.
Eliminar¿Es cierto el rumor de que Moriarty se hospeda disfrazado en GHI, a la espera de Long John Silver?
ResponderEliminar¡Lo que faltaba! ¡El Genio del Mal hospedado en GHI! Con ese sí que no puede Quinlan. ¿Y qué van a hacer? ¿Llamar a ese pobre Holmes, que ya está acabado?
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