–¿De led o de gas? –le
preguntó el farol a la farola.
–De gas. ¿Y usted?
–De bichos que se
encienden –contestó el farol y a continuación se sonrió.
El extenso paseo del
litoral que une la salvaje playa de Las Madréporas con la más apacible de La
Morena está siendo testigo de un curioso encuentro. De hecho, se congregan a
diario miles de huéspedes que no se lo quieren perder.
Tras nuestras
pesquisas, hemos podido saber que este nuevo farol llega desterrado de un país
cercano, “por estar en el lugar y en el
momento equivocados”, según sus propias declaraciones, y que espera haber
encontrado aquí su último refugio. Su sistema de alumbrado es novedoso, y si de
noche su cabeza es una incubadora de larvas de arachnocampa luminosa que desprenden una tenue luz azul, durante el
día se convierte en comedero para los mirlos de mar.
La señora farola, en
cambio, lleva ya unos meses entre nosotros. Su luz es de gas y es presidenta
honorífica de la Transnacional Lighting
Detectives, una organización secreta volcada en la busca y persecución de
la penumbra. Fue invitada por el Sr. Bertholoff a brillar en esta avenida
marítima junto con otras llegadas de todas partes, en lo que a él le gusta
llamar Camino de Farolas del Mundo. Seguramente, cuando regrese de Tongatapu, si
es que está allí, venga acompañado por una de ellas.
Informó: La huésped del cuarto 11
Desde la Transnacional Gloom Detectives advierten de esta sospechosa reunión de farolas y anuncian próximas medidas antiluz: el sabotaje de luminarias y la provocación de grandes apagones.
ResponderEliminarAsí que ¿sigue sin saberse el paradero exacto de D. Bertholoff?
ResponderEliminarTodo rumores. El gran hombre se encuentra tranquilamente en su isla.
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