¡Silencio... se rueda!

 

¡Ya han comenzado las filmaciones de la superproducción de GHI!

Todos los directores se encuentran trabajando desde hace quince días. La única novedad es que Man Ray decidió retirarse para convertirse en el fotógrafo exclusivo de esta aventura insolada. Ocupa su lugar Roger Corman, maestro de lo fantástico, al que ha habido que pagarle en especies un extra al sentirse molesto porque no lo hubieran considerado ya en la plantilla inicial.

Aunque habrá sin duda alteraciones, ya podemos adelantar algunos sinopsis, que componen la trama general de esta superpelícula que aún no tiene título, barajándose los de “Misterio en GHI”, “La bola roja”, “Trazt” y “El asesinato de Fregoli en el cuarto 11”. Probablemente lo acaben decidiendo a través de una encuesta nuestros huéspedes (los actuales y todos los que han residido anteriormente en GHI).

Abre el fuego GEORGES MÉLIÈS. Un mago y transformista tataranieto de Fregoli se hospeda en GHI, donde da un recital extraordinario, con abundancia de diablos, selenitas, acróbatas, pulpos, bailarinas, estrellas, cabezas cortadas, científicos extravagantes, esqueletos, etc. Viaja acompañado de una misteriosa bola roja de cristal. A la mañana siguiente, aparece asesinado en el cuarto 11, que se le ha ofrecido dada la ausencia prolongada de su habitual huésped. La bola roja es descubierta en el estanque de los cocodrilos.

A bordo de la General llega a GHI Sherlock Holmes Jr., interpretado por el propio director del segundo capítulo, Buster Keaton. Inicia una serie de pesquisas acompañado por todos los antiguos detectives de GHI, incluido el defenestrado Hank Quinlan y a excepción de George Smiley, y a la noche, en la playa, ve la bola roja moviéndose en la oscuridad y desapareciendo en el mar. Una noche después, al acecho, se encuentra con que un individuo está haciendo surf, pese a las condiciones peligrosas de la marea. Lo espera hasta el amanecer, pero nunca aparece, como si se lo hubieran tragado las olas. Por supuesto, sin ser nombrado, se piensa en AA.

Orson Welles prosigue la historia, con el regreso de Bertholoff a GHI, en el barco de Long John Silver. Se instala en Rosebud a donde ha permitido el regreso de Mr. Arkadin para forjar ciertos negocios. Descubre una serie de pasadizos subterráneos, en que se encuentra con una serie de personajes góticos (Melmoth el errabundo, Ambrosio, la Monja Sangrienta, Pacheco, el ogro Minski, el monstruo de Frankenstein, etc.) y divisa la bola roja, que huye por los pasillos. Visita luego, con Sherlock Holmes, Falstaff y Quinlan, la hacienda de la Media Luna, para supervisar los trabajos eternos, casi kafkianos, del agrimensor K. A la vuelta a GHI, visita el cuarto 11, donde ha aparecido un enorme escarabajo humano. Este capítulo concluye con una pesadilla de Bertholoff, que se enlaza con los veintipico minutos de Luis Buñuel, enteramente compuestos de sueños eróticos de Lady Hackenbush, en la línea de El fantasma de la libertad y El discreto encanto de la burguesía.

Sigue, con su estilo inimitable, Akis Kaurismaki. Hugo Z. Hackenbush tiene celos injustificados de Joe Turkel, el jefe de camareros de GHI, y lo rebaja a llevar el bar de la estación con más movimiento, Penumbra, junto a la Media Luna. Se enamora allí de Bessie, la hija del jefe de la estación. Juntos descubren una banda criminal que se hospeda en el hotelito de la Media Luna y preparaba un golpe en GHI. Hackenbush readmite a Joe Turkel y nombra a Bessie ama de llaves de GHI. El papel del director de la banda, quien acabará huyendo en camello, es encarnado por el enérgico Lino Ventura.

Encadenamos con John Huston. La Reina de África atraca en el muelle de GHI. En ella viene Gay Langladan, que le trae a Lady Hackenbush el auténtico Halcón Maltés, lo que provoca un nuevo acceso de celos de Hugo Z. Hackenbush. Langladan se encuentra con su viejo amigo de los rodeos americanos, Geoffrey Firmin. Paseando por la playa, ven sobre las olas al surfista, y Langladan, gran nadador, intenta alcanzarlo. Está a punto de ahogarse, pero lo salva el surfista, que lo deposita en la orilla. Langladan reconoce a Armando Azar, que desaparece en el mar. En tanto, Firmin ha encontrado la bola roja y, totalmente beodo, dialoga con ella, hasta que esta sale rodando hacia el mar nuevamente. Vuelven al hotel, donde el Halcón Maltés ha sido robado, apareciendo en su lugar una plancha de surf psicodélica. AA es ahora sospechoso de asesinato y de robo. Este capítulo, por lo que hemos visto en el plató, cuenta con grandes interpretaciones de Clark Gable, Marilyn Monroe y Victor McLaglen.

Dirige Louis Feuillade. Juan Llampallas llega a GHI, con su amante Irma Vep, vieja huésped que robó la laberíntica e inexpugnable caja fuerte del hotel hace varios años, como muestra de su habilidad. Se celebra una extraordinaria fiesta en honor de Llampallas y su acompañante. Cuando la fiesta está en su apogeo, irrumpe teatralmente Lady Beltham, que ha llegado en uno de los coches de Charlie Watts, y en medio de un silencio sepulcral arranca la máscara de Llampallas, quien resulta ser Fantomas. Inmediatamente entra en escena el policía Juve y Fantomas se ve obligado a huir en persecución trepidante. Este capítulo es tal vez el más emocionante y espectacular, ya que además intervienen en la fiesta Keith Richards, Trummy Young, Screamin’Jay Hawkins, Mandrake y José Duna. Excepcionalmente, su duración es de 45 minutos.

Nada podemos anticipar de la parte que ha correspondido al mago del suspense, Alfred Hitchcock, ya que la filmación está rodeada del máximo sigilo. Señalemos solamente que el papel principal corresponde a Alec Guinnes, como George Smiley. El maestro se mostró encantado por volver a sus viejos cortometrajes.

El alimón de Russ Meyer y Jerry Lewis es hilarante, con infinidad de gags. Holmes es sustituido por Clouseau, en cuyo honor se celebra un guateque en los jardines de GHI. Clouseau identifica a una decena de huéspedes con AA y deja en cambio escapar al verdadero AA. Supervixens llega a GHI para comprar el Halcón Maltés, sin saber que lo han robado. Hugo Z., que no la ha olvidado, le echa los tejes y ahora la celosa es nuestra Gerente, que provoca una trifulca de órdago. Varios amantes de Supervixens comienzan a llegar, entre ellos un grotesco sheriff de pene gigante y el propio Russ Meyer, quien organiza un concurso de senos cuyo jurado único es Ramón Gómez de la Serna, interpretado también por sí mismo. Jerry enloquece ante las concursantes y se cierra el capítulo con las visiones delirantes de su locura.

Continúan los gags desternillantes, pero ahora el protagonista es Mr. Hulot, quien se encuentra en GHI para pasar sus vacaciones, sobre todo en la playa. Gran secuencia en las caballerizas de Hackenbush y en el hipódromo, y otra con W. C. Fields y Hulot jugando al billar. A Hulot lo interpreta, por supuesto el director, Jacques Tati.

Roger Corman se ha traído consigo al mago del stop-motion, Ray Harryhausen, para una alucinante continuación de las aventuras de Simbad. Una vez informado de la visita a GHI del inveterado viajero, Corman decidió recuperar una serie de escenas abandonadas de El séptimo viaje de Simbad, en que intervienen de nuevo, en la isla de Kolossa, el cíclope, la diminuta princesa Parisa y el ave roc, otro viejo conocido de GHI. Estas secuencias son vistas a través de la bola roja, que Hugo Z. Ha reencontrado en la caravana de Raymond Roussel. Como nuevo sospechoso del robo y el asesinato surge el Dr. Phibes, quien, llegado de Egipto con su mujer y su ayudante Vulnavia, ocupaba los cuartos 9 y 13, contiguos al 11. Phibes se apodera de la bola roja y huye montado en el ave roc, pero la bola roja cae al mar y es rescatada por Long John Silver, que se encontraba en las proximidades, pescando tiburones.

La apoteosis de la superpelícula llega con el sorprendente desenlace, a cargo del maestro John Ford, quien está filmando un largometraje del que esta parte final no es sino una versión abreviada. No entraremos en detalles sobre el desenlace, con el descubrimiento del asesino, aunque sí se nos ha permitido revelar, para evitar resquemores, la inocencia de AA. Este capítulo transcurre casi íntegramente en un tren de locomotora diesel-eléctrica canadiense y antiguos vagones Schindler que circula lentamente con parada en todas las estaciones y apeaderos de los terrenos de GHI, y está construido a base de flash-backs. Ford, al tratarse de la última película que realiza, ha dado entrada en cameos a sus actores emblemáticos y a otros asociados a grandes westerns: Maureen O’Hara, Claudia Cardinale, Victor Mature, Henry Fonda, Lee Marvin, Jack Elam, Ben Johnson, Victor McLaglen, Burt Lancaster, Woody Strode y Jack Palance, pero el papel principal lo tiene John Wayne como Tom Doniphon. La última secuencia transcurre en el cuarto 11, a donde ha regresado su habitual huésped, interpretada por ella misma. El doble misterio del asesinato de Fregoli V y del globo rojo (a través del cual han sido vistos los flash-backs y que resulta contener una flor de cactus) es resuelto por fin.

Una nota curiosa es la presencia en cada uno de los capítulos, casi siempre sin proferir una palabra, del popular artista italiano Totó. Se trata de un homenaje por parte del productor y Gerente honorario de GHI, señor Bertholoff a su gran amigo, que vive también retirado en la isla de Tongatapu y con quien juega todas las tardes al póker, al parchís, a los dardos y al billar.


El maestro Méliès

Sherlock Jr.

Lino Ventura

El auténtico Halcón Maltés

Long John Silver

Armando Azar

Irma Vep

Alfred Hitchcock

Smiley

Supervixens

Mr. Hulot

La princesa Parisa

El Dr. Phibes

Harry Harryhausen ha donado sus creaciones a GHI

Tom Doniphon

Totó
(Fotos Man Ray)

Comentarios

  1. Para mí que el criminal es José Duna.

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    1. Este don anónimo es realmente un majadero. ¿Cómo se permite acusarme de criminal? Que investigue quién tiene los medios -además de la habilidad- necesarios para manejar la bola roja. Solo un obtuso no vería que el pobre mago fue asesinado a través de ella.

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    2. Míster Duna, sepa que a la bola roja, que es perfectamente autónoma, no la maneja nadie, ni siquiera AA.

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    3. Están hablando por hablar. Solo el día del estreno la verdad saldrá a flote.

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  2. Temo por el destino de José Duna. Me hace pensar en Croniamantal.

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    1. Por suerte tengo mi refugio en GHI, donde un fanático como Herr Tograth nunca podría ejercer el dominio que derivó en el asesinato del pobre Croniamantal. Algún día tendré que morir y no está en mi mano evitar que ocurra de manera violenta; pero no creo que sea por que me convierta en un erizo siendo apuñalado, con cientos de cuchillos clavados como banderillas, por una turba influenciable e inculta.

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