Wade Walton, barbero-jefe de GHI

Se lo trajo nuestro Gerente de Clarksdale, después de que, tras hacerle la barba, le interpretara, con su navaja deslizándose sobre el asentador de cuero, el Barberhop Rhythm. Barbero de toda la vida en su ciudad natal, Wade Walton accedió con la condición de que le dejaran tocar en la barbería del hotel tanto la guitarra como la armónica. Al saber sus condiciones, nuestro Gerente incluso le subió el primer sueldo que le había ofrecido (ya de por sí astronómico).

Deseaba pasar desapercibido, pero saltó a la primera plana mundial a raíz de que, hace una semana, se encontrara frente a frente con su viejo cliente Mark Twain. No se habían visto hacía décadas y lo festejaron con un par de las botellas de moonshine que nuestro Gerente guarda entre las reliquias de su tiempo de traficante.

Walton, embargado por la emoción, olvidó precaver a Mark Twain para que no divulgara su presencia en GHI, pero el autor de Un yanki en la corte del rey Arturo ya se lo estaba nombrando al día siguiente a todos los medios de difusión: “Sigue con pulso firme, pero además tiene ahora a sus órdenes un ejército de barberos, algo con lo que nunca había soñado”.

Como ya no es un secreto, brindamos hoy a nuestros seguidores dos fotografías de Mr. Walton en su barbería de Clarksdale, sacadas una durante la grabación de Barbershop rhythm (lo acompaña el guitarrista Robert Curtis Smith) y otra cuando atendió a nuestro Gerente.